Es mayo 2025 y de un repaso a la biografía de Kafka nace una pregunta: ¿Qué tan presente puede ser hoy La Metamorfosis, el texto de una persona que nació en 1985?
Es así que recordé uno de esos libros que lees por la tarde de un día de descanso en vacaciones.
Debió ser por ahí de 2018 o 2019 cuando le di una primera leída, mitad de la universidad y ninguna formación en filosofía o textos literarios. Tampoco es que actualmente tengo una estrictamente académica, claro.
Pero el tiempo sí da algo, un empujón y una guía por parte de una profesora de una materia sí puede cambiar el rumbo de tus lecturas posteriores.
Pero regresemos a Kafka.
Hace no mucho escribía sobre la soledad en una reflexión de la película de los nuevos vengadores y cómo las condiciones posmodernas potencian este sentimiento.
Ahora, leyendo La Metamorfosis encuentro una… interrogante. ¿Desde hace cuánto esta clase de padecimientos existen? La siguiente línea ayudará un poco más a exponer lo que quiero decir:
¿Qué podemos reconocer en La Metamorfosis?
Existe mucha familiaridad entre el tema del libro y las condiciones actuales. Una de las preguntas que me hice fue: ¿será que todo este tiempo la humanidad ha padecido de lo mismo?
En el párrafo anteriormente citado me parece que podemos encontrar lo siguiente:
- Insatisfacción profesional
- Agotamiento físico y mental
- Relaciones superficiales, vacías

Recordemos que este texto se escribió en 1915 y ya teníamos temas que se siente muy actuales.
¿Cuánto realmente hemos avanzando en el cuidado humano y emocional de las personas desde hace más de un siglo?
Podríamos decir, por otro lado, que es problema del modelo económico que desde entonces nos acompaña: el capitalismo.
Y recuerdo que en el algún momento escuché varias interpretaciones sobre esta obra que giraban en torno al capitalismo justamente, pero pienso que se puede ir más allá aún.
Y sí, por un lado es claro (al menos para mi) que el ser humano como instrumento de producción es producto de las condiciones socioculturales, pero es que la invasión de este virus lleva décadas cultivándose y en unos germina antes que en otros; sin embargo, presente y con síntomas en cada uno de nosotros.
Gregorio Samsa: la germinación del virus
Tal como podemos reconocer en la cita anterior, *El señor Samsa* sigue obstinado en que se va a recuperar y que regresará a trabajar tan pronto como pueda.
Aún en su condición, le pide a su jefe, quien ha ido a verificar su situación y el porqué llegó tarde, Gregorio sigue suplicando que no le quite el trabajo, que de alguna manera se recuperará y seguirá trabajando tanto como hasta ahora lo ha hecho.
Suplica e implora que no le quiten su trabajo pues aún en este momento encontrará la manera de regresar al trabajo.
Y desde el primer momento sucede esto.

Se despierta y descubre que ahora es un *monstruoso insecto*, piensa en dormir para ver si se sana y al ver que no puede comienza con todo sobre ir al trabajo.
Que si se le hace tarde, que si el jefe vendrá (cosa que sí hizo), que si podría perder el trabajo, que si alcanza el tren de las 7… apenas despierta y tiene un breve momento para sí, para pensar en lo mucho que le disgusta si vida y las condiciones actuales.
Pero es muy breve y de pronto comienza a ser inundado con sus actividades de producción y que no puede llegar tarde a cumplir su función.
Es ahí, en su preocupación por el sistema donde encontramos la germinación del sistema capitalista, es en ese momento donde nos abandonamos a nosotros, donde la preocupación principal es que siga funcionando el sistema a expensas de nuestra salud, de nuestra vida.
La condición humana de Samsa
Terminada la impresión de esa mañana, el tiempo transcurre y poco a poco vemos una segunda transformación de Samsa consigo mismo y con su familia.
El más severo de todos es el padre, mientras que la madre trata o intenta comprender qué sucede, pero mantiene ese shock mental de lo que le ha pasado a su hijo. Cosa que no le permite a sí misma acercarse ni tampoco su hija, hermana de Greogorio.
De ella podemos decir que es la que mejor intenta sobrellevar la situación al inicio. Busca su bienestar entregándole diferentes alimentos para ver cuál le gusta más.
Descubre que le gusta trepar por las paredes e intenta hacer que saquen todos los muebles de su habitación para que tenga más libertad.
Tienen una especie de conexión, Gregorio sabiendo que ella se sentirá más cómoda si no ve nada de él y ella tocando antes de entrar o hacerlo de manera lenta para darle tiempo y espacio a su hermano.
Pero quizá es esta misma constante comunicación y encuentros lo que merma su relación casi de manera tan aguda como con su padre.
Tras meses de cuidarlo casi de manera exclusiva llega el punto donde ella ya no ve a su hermano, sino “lo que es”, un insecto, un algo.
Gracias a ser lectores nosotros podemos comprender que, de cierta manera, él sigue comprendiendo el habla humana, que intenta comunicarse, que *disfruta* de cosas todavía como correr por las paredes o escuchar la música de su hermana, por quien siente un enorme aprecio.
Si bien hasta el momento había sido difícil y complicado sobre llevar su situación, no se rendía del todo, en su hermana veía una esperanza de seguir sintiéndose parte de la familia, ser tratado como persona.
Pero cuando sucede la situación con los inquilinos y escucha cómo ella habla de él sabe que no hay nada que hacer.

Termina de abandonarse y esa misma madrugada muere.
¿Gregorio seguía siendo humano?
La dificultad aumenta en una pregunta así, nosotros podríamos decir que sí porque leemos sus pensamientos.
Su familia decidió que no, decidió tratarlo por cómo se ve ahora sin darse la oportunidad de pensar que él seguía estando ahí.
Samsa se vería a si mismo como persona tanto como los demas lo podian ver así, en este caso dependía de su hermana.
¿Por qué se transforma Gregorio?
Iniciamos preguntándonos la presencia de un texto como este en pleno 2025, abordamos los sentimientos más presentes tan sólo al inicio de la obra y luego exploramos un poco de la condición humana de Samsa tras su transformación.
La Metamorfosis, pienso, en el presente nos habla de nuestra propia insatisfacción en el sistema, que este propicia reproducir una y otra vez a lo largo de generaciones para seguir existiendo.
Mientras que nos da un aviso de que nosotros podemos ser el insecto, pero también los que se transforman para tratar de manera inhumana a alguien que sufre las condiciones actuales.